POEMA ANÓNIMO
Día mundial contra esta enfermedad
hay que concienciar a la población,
debemos contra este virus luchar,
informar y tener mucha prevención.
Llamar la atención a nivel mundial,
el lazo rojo debemos utilizar,
muestra de apoyo y solidaridad,
con las personas que tienen este mal.
Todavía no se ha logrado mucho,
deseamos la cura de este mal,
podemos en la prevención avanzar,
para poder frenarla a nivel mundial.
No tener miedo, si no informarnos,
maligna y silenciosa enfermedad,
aprendamos todos a cuidarnos,
con compromiso y responsabilidad.
También desechar la discriminación
cuando alguien tiene este mal,
a los infectados dar contención,
es una manera también de ayudar.
Entre todos generemos conciencia,
batallemos y luchemos por la vida,
juntos unamos nuestro esfuerzo,
para que no venza el virus del sida.
Poemas elegidos por Juan Carlos Villalobos Terrer
SIN RIMA
No sentí miedo de sus ojos,
Era pena de su mirar inerte
Traspasando un negro horizonte,
Me miró con suave tristeza,
En sus finos labios sonrisa
Hecha con leve pereza;
Alegró su cara mi presencia,
Sintió que la vida pasaba
Tardía por sus venas,
Quería hablar balbuceando letras
Y cogiendo mis manos,
Apretándome en ellas,
Pareció decir con
leve torpeza…
El Sida cambió mi vida.
Cuida que no marchite
Tu joven presencia.
Juan José Miravete Murcia
RELATO POR ALFA CENTAURO
VIH 731 navegaba por el torrente sanguíneo, en busca
de alguna presa. Cada vez se cruzaba con más compañeros en su camino, lo que
era muy buena señal. Iban quedaban menos linfocitos en el cuerpo del Humano,
aunque todavía quedaba trabajo por hacer. Pero nada les detenía, ni siquiera
esas estúpidas células que les hacían el trabajo. Se multiplicaban
desmesuradamente rápido. Entonces lo divisó a lo lejos.
Un linfocito CD4.
“Voy a por ti”, pensó. Excitado, se desplazó
rápidamente hasta él. Recordó las instrucciones de Vih 700, su jefe. “Primero,
fijarse a la membrana de la célula. Después, fusionar nuestro cápside con su
membrana, e introducir el material genético”. Y así lo hizo.
Al terminar el día, la célula había expulsado más de
un millón de virus nuevos.
- - Mantenga rumbo, señor. Según el radar,
hay un campamento, con más de cien linfocitos reunidos. Y estamos cerca
- Dijo VIH 560.
VIH 700 sonrió al pensar en el éxito que tendría su
operación.
- - Avisa a los demás, que estén preparados.
- - Sí, mi señor. ¡Girad a estribor!
Dicho esto, VIH 560 se puso a gritar como un
descosido. VIH 700 se alegró de haber cogido aquel barco. Era resistente como
un roble, y muy veloz.
- - ¡Linfocitos a la vista!
-exclamó VIH 418, sosteniendo un catalejo.
- ¡A la de tres, saltamos!
-ordenó VIH 700.
- ¡Una…!
Los virus se acercaron a popa.
- - ¡Dos…!
Los virus se prepararon para un magnífico salto de
cabeza.
- - ¡Tres!
Los virus saltaron.
- - ¡UAAAAAAAAAAAAA! gritaron los VIHs, amenazantes.
Los linfocitos, alertados por el grito de guerra de
sus enemigos, intentaron huir, pero ellos eran más rápidos y los alcanzaron en
poco tiempo.
VIH 560 escogió a un linfocito y lo atrapó. “Allá
vamos”, se dijo, pero…
¿Qué estaba pasando?
¿Por qué…?
¿Por qué no conseguía fusionarse con la célula?
¡Eso nunca antes había ocurrido!
Lo intentó de nuevo, pero fue en vano. Algo estaba
fallando. Aterrado, miró a su jefe en busca de instrucciones, pero VIH 700
estaba tan perplejo y desconcertado como él.
- - Oh, no… -susurró VIH 437 para sí-. ¡OH,
NO! ¡EL HUMANO! ¡EL HUMANO HA TOMADO MEDICAMENTOS!
Al escuchar aquello, todos los virus quedaron
petrificados. No podía ser cierto. No podía ser verdad.
Un CD4 se zafó del VIH que lo retenía, el cual ahora
no oponía resistencia alguna, se plantó en medio del claro donde discurría la
batalla y tomó la palabra.
- - Así es. El humano ha tomado
medicamentos, y ya no sois capaces de introducir nuestro material genético
dentro de nosotros, Nosotros tampoco podemos haceros daño a vosotros, así que
de ahora en adelante, tendremos que convivir.
VIH 700 negaba con la cabeza, a medida que las
palabras del linfocito iban adquiriendo sentido en su mente.
- - No, no, no… -dijo-. ¡NO! ¡NO! ¡RETIRADA!
Al oír esto, los virus corrieron despavoridos y
huyeron montados en el barco.
Y así fue como el humano detuvo el desarrollo de su
infección, no curándola, pero sí impidiéndola progresar. Y así fue como virus y
linfocitos convivieron dentro del cuerpo del humano.
DESDE #GotasdeSalud OS DESEAMOS FELIZ NAVIDAD Y UN SALUDABLE AÑO NUEVO 2018